Quien no se ha sentido así alguna vez. Quien, como yo, no tiene la sensación a veces, de estar en una montaña rusa. Igual arriba que abajo. Igual en la tierra, que en el cielo.
Personalmente, me siento así.
Por una parte soy acérrima defensora de todo lo terrenal, considero que nos encontramos en este momento y en esta vida, para sentir la maravilla de todo lo que nos rodea, disfrutar de todo el planeta, aún más diría yo, del universo en su gran su esplendor.
Y eso lo da la materia. La Tierra. Nuestra parte más de disfrute. Más terrenal.
Por otra parte, no soy nada sin mi misticismo. Si mi alma. Sin mis Maestros y mis Guías. Sin mi espiritualidad, del todo personal, muy a lo Carmen Peral, muy a lo pragmático, muy a lo útil. A sacar de mi lo mejor, para mi propio bien y el del resto de la humanidad.
Realmente, desde ese sentimiento llega el post de hoy. El sentir la contradicción palpable en mi misma y a la vez complementarme con todo lo que me rodeo. No soy yo sin mis partes.
Y como yo, mucha más gente, que supongo se sentirá identificad@ conmigo. Con mi sentimiento. Igual hasta con las vivencias. Seguro hay alguien por ahí a quien le ocurre como a mi.
Estoy convencida que cada persona en este universo, cada ser que existe, es único e irrepetible, pero no así nuestros sentimientos y nuestra forma de ver y encarar las experiencias vitales. Dado que somos aprendizaje, nos nutrimos no solo de nuestra experiencia, sino de todo lo que ocurre en el universo. Todo es energía, y todo nos llega de una u otra forma. Por tanto, las ondas de los pensamientos, sentimientos y experiencias que no son más que energía, las vamos percibiendo a través de los tiempos. No hay aprendizaje mayor que una experiencia de primera mano. Pero eso no implica que lo que le ocurre a tu vecino, a tu hijo, a tu pareja, a tu amigo, no te enseñe lo suficiente como para adquirir experiencia vital. Formamos parte del Todo. Somos el Todo.
Y después de estas reflexiones tengo que decir que todo esto me hace ser quien soy, como soy y que estoy encantada de conocerme.
Creo firmemente que esto me enriquece. E igual que lo hace conmigo, lo hace contigo. Solo es cuestión de practicar.
Coach Profesional Certificada 
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